lunes, 16 de septiembre de 2013

Saltar


Llegó el lunes a pura lluvia y frío, y entre café y café solo puedo pensar en las vacaciones. Playa confirmada, mar Caribe esperándome. Soy pura paz en el mar...no puedo esperar.

Quien me conoce entre las olas, no entiende cómo uno de mis grandes temores siempre fue tirarme de cabeza a la pileta. Pocos me creen cuando lo comparto, pareciera que ese miedo no va con mi personalidad. Ni con mi nombre, ni con mi profundo amor por el agua.

Mi lugar es el mar, las olas, nadar, flotar. Sin embargo, nunca logré tirarme de cabeza a una pileta, aún con los años de clases de natación encima. Las clases eran de esos "obligados" de mi padre mientras crecíamos (y que comparto absolutamente).

+ Aprender a manejar
+ Aprender a nadar
+ Hablar inglés fluído
+ Ir a la Universidad

Supongo que piensa que son capacidades que te hacen mas libre, o al menos eso pienso yo. Son las alas que tenemos al alcance, ya que a la gravedad aún no le ganamos. Pero con estas habilidades, el mundo se hace mas tangible, se achica, está mas al alcance. O algo así...

Estoy averiguando de piletas en la ciudad para retomar las clases y animarme de una vez por todas al vacío. Pero tengo mis únicos dos requisito: nada de niños en la pileta y profesores copados con paciencia.

Se aceptan sugerencias...




(photo by Sarah Lee via Colossal)


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